Ya llega el verano y todas queremos lucir una piel bronceada, fresca y reluciente. Es por ello, que aquí te presentamos, los principales enemigos de la piel; para que tú puedas remediar y combatir el envejecimiento, las manchas y las imperfecciones, teniendo una piel sana y limpia.
El Sol: el mayor enemigo de la piel. La exposición prolongada puede provocar manchas, atenuar arrugas, quitar elasticidad, luminosidad…etc.
La mala alimentación: como el sol, es uno de los enemigos que más dañan la salud de la piel. Comer de manera desequilibrada o comer grasas en demasía, son agentes que trastornan la circulación. Por el contrario, ingerir vitaminas en frutas o verduras nos proporcionará una piel más hidratada, tersa y luminosa.
El tabaco: la piel de una persona que fuma se reseca mucho más rápido por la falta de vitamina C y minerales. La piel puede verse opaca y castigada ya que se disminuye la cantidad de oxígeno que entra a los tejidos.
El estrés: se comprobado que el estrés afecta a nuestra piel. Si te sientes estresado la mejor opción es tomarte unos minutos al día para relajarte o hacer algún actividad que te guste y que te desprenda de aquellas tareas que te generan ansiedad y estrés. Verás cómo tu piel mejora a medida de que tú te sientes más relajada.
Dormir poco: Descansar adecuadamente es necesario y fundamental para prevenir el envejecimiento prematuro porque durante esta etapa, el organismo elimina o neutraliza todo tipo de agentes radicales que afectan a la dermis.
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